Diez principios para un buen diseño

El diseño gráfico nace tras necesidad que deja la revolución industrial de comercializar masivamente los productos, se desarrollan las competencias y desde un comienzo #destacar se convierte en una necesidad de todas las marcas.

A finales de la década de 1970, El diseñador Dieter Rams estaba cada vez más preocupado por el estado del mundo que lo rodeaba, y lo definía como: "Una confusión impenetrable de formas, colores y ruidos".

Consciente de la responsabilidad que su papel como diseñador otorgaba al mundo, desarrollo un auto-brief que se define con la premisa: ¿mi diseño es bueno?

Su respuesta se expresa en sus diez principios para un buen diseño.

1. Un buen diseño es innovador

Las posibilidades de innovación no están, de ninguna manera, agotadas. El desarrollo tecnológico siempre ofrece nuevas oportunidades para el diseño innovador. Pero el diseño innovador siempre se desarrolla en conjunto con tecnología innovadora, y nunca puede ser un fin en sí mismo.

2. Un buen diseño hace que un producto sea útil

Un producto se compra para ser utilizado. Debe cumplir ciertos criterios, no solo funcionales, sino también psicológicos y estéticos. Un buen diseño enfatiza la utilidad de un producto sin tener en cuenta todo lo que pueda perjudicarlo.

3. Un buen diseño es estético

La calidad estética de un producto es esencial para su utilidad porque los productos que utilizamos todos los días afectan a nuestra persona y nuestro bienestar. Pero solo los objetos bien ejecutados pueden ser hermosos.

4. Un buen diseño hace que un producto sea comprensible

Aclara la estructura del producto. Mejor aún, puede hacer que el producto hable. En el mejor de los casos, es autoexplicativo.

5. Un buen diseño es discreto

Los productos que cumplen un propósito son como herramientas. No son objetos decorativos ni obras de arte. Por lo tanto, su diseño debe ser neutral y restringido, para dejar espacio a la autoexpresión del usuario.

6. Un buen diseño es honesto

No hace que un producto sea más innovador, poderoso o valioso de lo que realmente es. No intenta manipular al consumidor con promesas que no se pueden cumplir.

7. Un buen diseño es duradero

Evita estar a la moda y, por lo tanto, nunca parece anticuado. A diferencia del diseño de moda, dura muchos años, incluso en la sociedad de hoy en día.

8. Un buen diseño es minucioso hasta el último detalle

Nada debe ser arbitrario ni dejarse al azar. El cuidado y la precisión en el proceso de diseño muestran respeto hacia el usuario.

9. Un buen diseño respeta el medio ambiente

El diseño hace una contribución importante a la preservación del medio ambiente. Conserva los recursos y minimiza la contaminación física y visual durante todo el ciclo de vida del producto.

10. Un buen diseño es el menor diseño posible

Menos, pero mejor, porque se concentra en los aspectos esenciales, y los productos no están cargados de elementos no esenciales.

De vuelta a la pureza, #destaca a través de la simplicidad.

Estos principios se pueden compartir bajo la licencia Creative Commons CC-BY-NC-ND 4.0.

Por Federico Zapata